Las energías renovables deben ser uno de los pilares de desarrollo económico del país y del cambio de modelo productivo, según revelan los datos del “Estudio Macroeconómico del Impacto de las Renovables en la Economía Española en 2009”, realizado por la consultora Deloitte para Appa (Asociación de Productores de Energías Renovables). Este informe fue presentado en Madrid el pasado 14 de diciembre por José Mª González Vélez, presidente de Appa, y por Jesús Navarro y Enrique Doheijo, de Deloitte, en un acto al que asistieron más de 300 personas.
Entre otras conclusiones, este estudio arroja luz sobre el viejo debate sobre el coste de las energías renovables para la economía. Las primas que reciben este tipo de fuentes de energía alcanzaron los 4.604 millones de euros, teniendo en cuenta que esas primas constituyen una compensación por las externalidades en las que incurren otras tecnologías y que no se repercuten en sus costes. Sin embargo, las importaciones de combustible fósil evitadas gracias a las renovables superaron los 2.137 millones de euros y el ahorro en emisiones evitadas superó los 374 millones de euros.
Además, las renovables entran a precio cero en el mercado eléctrico, desplazando a otras tecnologías y abaratando el precio final de la electricidad. Sólo durante el año 2009, como desvela el informe, el ahorro que se produjo en el mercado eléctrico debido a este hecho excedió la cifra de 4.835 millones de euros.
Otro dato significativo es que, a pesar de la contracción de la economía española en 2009, las energías renovables crecieron un 28,1 por ciento, siendo uno de los pocos sectores que registraron un crecimiento positivo. Así, su contribución al PIB nacional ascendió a 8.525 millones de euros (ver gráfico): 6.170 millones de contribución directa y 2.335 millones de contribución indirecta, derivados del “efecto arrastre” en otras áreas como maquinaria, fabricación de material eléctrico e industria química.
No obstante, como aspecto negativo en esta evolución, el informe de Deloitte señala que a lo largo de 2009 se destruyeron más de 20.000 empleos en el segmento de las energías renovables, volviendo a los niveles de 2007; el ámbito que más sufrió a nivel laboral (con más de 15.000 puestos de trabajo) fue la solar fotovoltaica, debido a la paralización que ha supuesto el R.D. 1578/2008. Precisamente, la grave incertidumbre regulatoria a la que se enfrenta el sector (cinco reales decretos en tan sólo cuatro años) ha dificultado aún más las opciones de financiación de nuevos proyectos y la evolución del mercado.
Fuente: Revista Elektroprofesional